domingo, 31 de marzo de 2013

Sobre el cambio del Blog

Hola queridos seguidores, y bienvenidos todos los que hayais entrado por primera vez.

Al igual que mi blog he cambiado totalmente por algunas cosas que he aprendido en este último año. Como la mayoría de vosotros, no paraba de quejarme del mundo en el que vivimos. No paraba de horrorizarme con las barbaridades que cometían algunas personas. Creía que viendo las injusticias de frente, observando y difundiendo las masacres que estaban ocurriendo en el mundo ayudaría en algo. Me enfadé con la sociedad y con todo lo que me rodeaba... llegué a tal punto en que no era felíz con nada de lo que me pasaba y caí en una especie de abismo del que creí que no podría volver a  salir. Que con todo lo que sabía, y lo consciente que era de todo lo injusto de este mundo, jamás podría volver a ser felíz y lo que es peor, jamás podría cambiarlo ni hacer nada para ayudar a los demás.

Antes mi blog se llamaba "Mundo sin justicia" porque así lo veía yo y lo veis la mayoría de vosotros. Todo cambió cuando abrí mi mente y dejé de ver solo lo malo. El mal es tan escandaloso y horrendo, que cuando nos centramos en él no podemos ver ni oir nada de lo bueno que ocurre. Si queremos cambiarlo, debemos actuar. Asi que tras haber analizado todo lo que yo misma podía y no podía hacer, saqué éstas conclusiones;

-Por más que hablemos con otros de lo que no nos gusta del mundo, por más que nos quejemos y nos  empapemos con las imagenes y videos de los asesinatos, del maltrato, de los robos y de todo lo malo que nos pueda disgustar, no conseguirémos nada útil, solo amargarnos y perder la esperanza.

-La violencia solo traería más violencia, y más de lo que no queremos. A parte de asegurarnos un mal final y convertirnos en el objetivo de otras personas a las que no les guste lo que hacemos o les   perjudique. Eso crearía un círculo vicioso que no terminaría bien y tampoco así conseguiríamos lo que querémos, al convertirnos en lo que hemos odiado. Con esto no quiero decir que pongamos la otra mejilla. Tenemos derecho a defendernos si se nos ataca, pero si somos nosotros los que atacamos sin justificación, por pura ambición y con objetivos egoistas. Solo conseguiremos el dolor y la destrucción de nosotros mismos y posiblemente de otras personas inocentes que se vean afectadas.

-Escondernos para que ese terrible mal no nos afecte y no hacer nada, tampoco hará que nos salvemos o que el problema se solucione solo. Tarde o temprano nos afectará de algún modo u otro ya sea mediante el miedo o que nos afecte personalmente a nosotros o a los nuestros.

-No podémos alzar las manos para que todo el mal pare... Todas las guerras, todos los asesinatos, las violaciones, las leyes injustas... No paralizarémos el mundo y no cesará nada.

-Podémos ayudar a los que nos rodean cuando lo necesiten, cuando nos pidan ayuda o estén en peligro.

-Podémos salvar vidas y darle esperanzas y fuerzas a todos los que tengan miedo.

-Podémos ser positivos y solo así serémos fuertes. La fuerza de la positividad y la alegría, del cariño y el amor... Es la más poderosa. Mucho más que la fuerza del odio, de la venganza, de la ira, la tristeza o el miedo. Si no lo creéis poneos a pensar en lo que seríais capaces de hacer por las personas que más queréis... Vuestros hijos, padres, abuelos, hermanos, novios, amigos... Pensad en lo que sentís por ellos. Ese sentimiento tan inmenso... Esa es vuestra verdadera fuerza. Todo lo que hagais hacedlo por ellos, por su felicidad y protección, por su educación.Y no olvidéis núnca, que cada persona que existe en este planeta siente eso mismo por sus allegados, que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos, por tanto no seáis egoístas con vuestros actos.

-Podémos educar a nuestros hijos y a otros niños, incluso a algunos adultos. Solo así conseguirémos  un mundo mejor, con valores, con una buena moral.  Enseñadles a convivir los unos con los otros, enseñadles el poder que tienen, el poder de ayudar y hacer el bien, y ellos harán lo mismo cuando sean adultos con sus hijos y otras personas.

Y ahora que os he contado una parte de lo que he descubierto, empezaré ha daros pruebas y ha compartir más cosas que he aprendido. Si estais de acuerdo conmigo y queréis cambiar lo injusto, si queréis actuar, ya es hora de empezar.

PODÉMOS.